La propietaria del inmueble sacó afuera los productos y permitió que la gente se los llevara.

La propietaria de un salón ubicado sobre Avenida Palacios de la ciudad de Orán, según relataron vecinos del lugar, había alquilado la propiedad meses atrás, a un comerciante que nunca más regresó.

Luego de insistentes pedidos de que se llevara las bebidas que dejó en el lugar donde aparentemente tuvo intenciones de abrir una distribuidora, la mujer abrió las puertas y permitió que la gente se llevara a gusto y antojo los productos. Autos, carritos, camionetas y hasta ciclomotores fueron cargados con todo tipo de bebidas hasta donde daba la capacidad, hasta que llegó la policía.

Desconocemos si hubo un pedido del propietario de dichas bebidas, o si algún anónimo llamó o si se actúo de oficio, pero la policía se presentó para evitar que los ocasionales transeúntes y los convocados por estos se llevarán todo.

Los efectivos le habrían manifestado a la dueña del salón, que no puede regalar algo que no le pertenece. Ampliaremos.

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