Vecinos se concentraron en las afueras del obispado para pedir que Gustavo Zanchetta, exobispo de Orán, sea trasladado del monasterio donde cumple la prisión domiciliaria.

Vecinos se encuentran manifestándose en las afueras del obispado de Orán para pedir que el obispo Luis Scozzina intervenga para sacar a Gustavo Zanchetta, exobispo condenado por abuso sexual, del monasterio Virgen del Valle, lugar donde cumple la prisión domiciliaria.

“Estamos dolidos, indignados. Tengo un nudo en la garganta de ver tanta quietud en la iglesia, que no se sensibilice con las víctimas ni piense en la comunidad. Necesitamos que monseñor Scozzina de la orden de sacar a Zanchetta del convento”, expresó en Radio A Stella Maris Corbacho, impulsora de la movilización y quien supo integrar parroquias de la ciudad.

Corbacho manifestó que el monasterio “es un lugar sagrado para los que fuimos cercanos al padre Diego. Es doloroso que se manche ese lugar, para nosotros es como una reliquia”. Por ello apuntó contra el obispo Scozzina, a quien considera que “ha querido irritar a la comunidad con esta decisión porque podría haberlo llevado a otro lado. Sabíamos que era inminente la domiciliaria”.

Además, cuestionó su nula presencia en el caso. “Está paralizado o no sé si tiene miedo. Con semejante hecho histórico de tener a un obispo denunciado y condenado, no se expresó nunca, como si fuera que estaríamos hablando de un partido de fútbol o como si no sería parte de la iglesia. Nunca hizo un llamado a las víctimas”.

Señaló que uno de sus temores con todo lo que está sucediendo es la fe que está perdiendo la gente. “Hay quienes me dicen que no irán más a la iglesia”, sin embargo, “estamos trabajando en esos corazones porque Zanchetta no es la iglesia sino todos los bautizados. Eso es lo que me preocupa, la fe de la gente”.

Por otro lado se refirió al fallo de la justicia, que benefició a Zanchetta. “Según los médicos, está moribundo y en riesgo de vida. Ahora le vinieron todos los achaques”.

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