El contador público nacional y exministro de economía de la provincia considera que el gobierno primero debe definir quien manda para así encaminar al país.

Tras la suba abrupta de precios y una inflación que no se detiene, Radio A mantuvo comunicación con Julio César Loutaif, Contador Público Nacional y exministro de economía de la provincia, quien brindó un análisis de la situación económica del país y cómo se ve influida por la política.

Un gobierno dividido

En primer lugar, considera que antes de hablar de economía se debería empezar hablando de la cuestión política. “Argentina está viviendo turbulencias políticas, que se dan en el frente gobernante”. Para Loutaif, ese frente se divide en tres sectores: 1) el que responde a la expresidenta, Cristina Fernández; 2) el que responde al actual presidente, Alberto Fernández y 3), el sector simpatizante a Sergio Massa, presidente de la Cámara de la Cámara de Diputados de Argentina.

Manifestó que esos sectores nunca funcionaron “en sintonía” sino más bien “a los tironeos”.

Respecto al reciento cambio de ministro de economía, dijo: “No vamos a solucionar nada por el hecho de haber cambiado a Martín Guzmán por una ministra de economía que tiene una experiencia enorme en la administración pública. Sé que tiene solvencia técnica para manejar cuentas fiscales, lo que no sé es si tiene el volumen para manejar la macroeconomía de un país, donde nadie sabe quién manda”.

Por ello, declaró que resulta necesario definir alguien que conduzca y decida lo que respecta al país.

“La gente ve que la inflación sube y con la misma plata compra menos”

Refiriéndose a la economía, señaló que hay que un desequilibrio. “Si esto lo traslado a un hogar, el monto que se gasta es mayor al que ingresa. Esto ocurre cuando alguien se financia con una tarjeta de crédito pagando lo que establece el resumen en el pago mínimo y acumula el saldo”. Loutaif indicó que esa situación le está pasando al Estado con la diferencia de que las familias no tienen máquinas de imprimir billetes.

El contador indicó que “cuando se emite demasiado y hay una relación económica difícil” surge un concepto denominado “velocidad de circulación del dinero”, es decir, “el dinero le quema el bolsillo a la gente porque ve que la inflación sube, con la misma plata compra menos y la tendencia es desprenderse de los pesos y convertirlos en bienes”.

Lo anterior se traduce en lo siguiente: una persona empieza a comprar hoy, con el miedo de no poder hacerlo mañana, ya sea por temor a que haya faltante o suba de precios. “Entonces como consumidor gasto y me saco los pesos de encima”.

Por otro lado, mencionó que también está el que produce, el que fabrica y el que importa, quien está pendiente de lo que ocurre con el tipo de cambio. “En algún momento en Argentina se unificó el tipo de cambio pero esto también llegó a su límite cuando el gobierno al no poder financiarse más, ya que no ingresaban dólares al país por desconfianza, realizó el acuerdo con el FMI”, explicó.

Sin embargo, considera que hoy el país está en un momento para apuntar al desarrollo. “Hoy lo que la Argentina produce, en el mundo tiene buen precio. Desde hace tiempo venimos hablando de las inversiones en Vaca Muerta y resulta que no podemos hacer un gasoducto de 600 kilómetros cuando en la década del 50 un gasoducto de 1300 kilómetros se hizo en apenas un año y medio. Hoy somos importadores de energía, una cosa ilógica para un país como el nuestro que tiene excedente de petróleo y gas”.

Consultado sobre hasta cuanto se incrementará el precio del dólar, aclaró que “no soy tremendista. Argentina tiene un dólar oficial, que es el que se usa para el comercio exterior (ronda los 130 a 131) y un dólar blue al doble. “Escuché a la ministra decir que con el dólar oficial Argentina funciona bien porque se podrá exportar”, sin embargo, Loutaif disiente ya que lo que exporta el país son productos que tienen retención, como el caso de la soja, del 35%. Entonces lo que le queda al productor es mucho menos que el dólar oficia y cuando uno quiere importar, hay un cepo a las importaciones”.

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