Condorí, miembro del Consejo de Ancianos de Los Naranjos, apuntó contra la Asociación Tinkunaku. En los últimos días, realizó una denuncia pública en su contra.

Por Radio A, Eusebio Condorí, miembro del Consejo de Ancianos de la comunidad Los Naranjos, se refirió a la denuncia pública que realizó en contra de la Asociación Tinkunaku y de su presidenta, María Isabel Canavire, por ejercer violencia e impedir la libre circulación de personas que llegan a visitar los parajes.

El origen de la Asociación Tinkunaku

Condorí explicó que Tinkunaku surgió primeramente como una Asociación Comunitaria debido a que la Constitución Nacional no reconocía a las comunidades de los cerros de Orán. “No nos quedaba de otra que buscar la forma de representarnos y lo hicimos a través de la Asociación Comunitaria Tinkunaku”.

Cabe mencionar que la asociación nuclea a las comunidades de Los Naranjos, Río Blanquito, Angosto del Paraní y San Andrés.

“Cuando toda institución nace, lo hace con ideas buenas de colaborar, ayudar y participar. Nunca fue la idea usurpar representatividad ni el territorio a las comunidades”, resaltó.

Tiempo después, cambió su denominación a Comunidad Indígena del Pueblo Kolla Tinkunaku, no obstante, aclaró que continúa siendo una asociación.

«Entregaron las tierras entre gallos y medianoche»

Actualmente, existen internas entre Tinkunaku y las comunidades. En ese sentido, considera que el problema inició por un “error” del Estado Nacional que entregó “entre gallos y medianoche” las tierras ganadas por la Ley 24.242 a la Asociación Tinkunaku y a partir de allí “es como que hay un patrón de estancia: se comenzó a cobrar derecho territorial para pagar el inmueble a pesar de que la Constitución dice que las comunidades están libres de gravámenes e impuestos. Ellos te cobran y le dicen a la gente que, si no pagan, en algún momento tendrán que salir de su terreno”.

Señaló que esta situación ocurre hace mucho tiempo “y venimos callando, tratando de hacerles entender que no es así”. Manifestó que llegó a tal punto que Los Naranjos, Río Blanquito y San Andrés tienen personería jurídica, sin embargo, en ese tiempo Tinkunaku le pidió a Desarrollo Social de la provincia que se las saque. “Es ahí cuando dijimos basta y nos fuimos a Buenos Aires para reclamar que se escrituren bien las tierras”, es decir, a nombre de cada una de las comunidades.

Sostuvo que realizaron una presentación y lograron que Propiedad e Inmueble de la provincia conceda la eximición de impuestos al espacio que corresponde a Los Naranjos y San Andrés. “La gente de allá piensa que están seguros con Tinkunaku pero este sigue pagando impuestos a Propiedad e Inmueble. Eso da la pauta de que es una Asociación Civil, no una comunidad”.

Por ello, busca que la gente abra los ojos y se de cuenta de que su lucha es para que las tierras salgan definitivamente a nombre de las comunidades.

Afirmó que demostraron ante Nación que hay un error en las escrituración de las tierras y hasta lo reconoció. «La Defensoría del Pueblo le dijo que hay que corregir el error porque si esto no ocurre, siempre habrá problemas en las comunidades», agregó.

Turismo, sí

Remarcó que hace tiempo, la comunidad de Los Naranjos, que goza de bellísimos paisajes, tiene la intención de abrir las puertas al turismo. “Consideramos que es una industria que servirá para evitar el vaciamiento de las comunidades. Ahora, quedamos solo gente mayor. Las escuelas que tenían 120 alumnos, hoy tienen menos de 70. Los jóvenes se van buscando mejores oportunidades”.

Recordar que para ingresar a las comunidades, se debe pasar por un portón custodiado por miembros de Tinkunaku.

Informó que dicho portón se instaló en 2020 con motivo del Covid y desde entonces sigue funcionando. Añadió que antes de que se instalara, cada comunidad contaba con su portón de acceso.

Para Condorí, el portón es uno de los elementos que no les permite a las comunidades desarrollarse ya que se restringe el ingreso. “Hace rato vienen impidiendo el paso y hasta a los mismos miembros de las comunidades, argumentando que los que salieron a vivir a la ciudad, ya no pertenecen a la comunidad”. Subrayó que esta es otra de las ideas con las que no comulga. “Para nosotros no es así, uno puede vivir en la China y sigue siendo argentino. No se le puede negar el paso a la gente que viene de lejos”.

Se refirió al episodio ocurrido el domingo, cuando la presidenta del Tinkunaku le negó el ingreso a un grupo de ciclistas de Orán a pesar de que contaban con el permiso del Consejo de Los Naranjos. “Por eso existen hoy los patrones de estancia. Tenemos que pedirle permiso a todos ellos”.

«Tinkunaku está llevando a un enfrentamiento entre nosotros. Lamentablemente, la señora Canavire está jugando ese papel. Sé que a partir de ahora habrá bastante hostigamiento hacia mi persona porque no me callo las cosas. Hace años que vengo peleando para que las tierras queden a nombre de las comunidades», concluyó.

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