Salta, Tucumán, Santa Fe, la ciudad de Buenos Aires y Santiago del Estero están entre las provincias con más casos declarados, aunque en todo el territorio hubo positivos, entre autóctonos o casos luego de un viaje. En más del 95%, son infecciones contraídas donde la persona vive, trabaja o estudia.

Y mientras las autoridades sanitarias nacionales y provinciales insisten en que la cantidad de casos de este año no tiene la magnitud de la gran epidemia de 2020, una comparación semana a semana que hizo LN Data de los registros oficiales describe lo contrario, con un retraso de dos semanas en la información.

En ese intervalo, que abarca hasta el 25 de marzo pasado, se notificaron 16.143 casos, entre confirmados y probables, comparado con 7862 de hace tres años. Eso se traduce en un 105% más de infecciones que en 2020, en lugar de un 10% menos, como informó el Ministerio de Salud de la Nación el sábado pasado.

Este año, hasta hace dos semanas, habían fallecido 13 personas con dengue en el país; en 2020, fueron siete –casi la mitad– para el mismo intervalo.

El domingo pasado, Adrián Rúa, secretario de Servicios de Salud de Salta, afirmó en conferencia de prensa que “el brote de dengue está controlado en toda la provincia”. En localidades como Orán, Embarcación o Pichanal, se repiten los reclamos de los vecinos como en General Güemes. “El dengue está afectando a todo Güemes y al norte de la Argentina. Acá, hay muchísimos casos”, cuenta Silvia Páez en una guardia colapsado del Hospital Joaquín Castellanos.

Horacio Mdalel, jefe del Programa de Emergencias de ese hospital provincial, describe así el escenario actual para el área operativa que alcanza a los municipios de Güemes, Campo Santo y El Bordo: “Estamos teniendo un crecimiento sostenido de los casos de dengue, que son febriles, y están poniendo al sistema de salud en jaque porque, si bien es cierto que no colapsamos, estamos desbordados en las atenciones: en los pasillos tenemos pacientes atendidos en camillas y sillas de rueda, tuvimos que instalar consultorios extras de emergencia para pacientes febriles de 11 a 13 y de 19 a 22″.

El calor y las lluvias se están prolongando en abril y eso, según explica el profesional, está retrasando la caída de la helada que anticipa, cada año, que disminuyan abruptamente los casos de dengue recién a partir de los 10 o 15 días. “El clima no está acompañando”, admite.

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