Ruidos, voces y hasta presencias fantasmales, son algunas de las experiencias que relató la coordinadora de Casa de la Cultura, Zulma Bran.
Por Radio A se confirmó que empleados de Casa de la Cultura de Orán tuvieron experiencias paranormales durante años en el edificio: ruidos, voces y hasta presencias fantasmales. Un trabajador vivió de cerca un terrorífico episodio que lo llevó a pedir cambio de área.
Zulma Bran, coordinadora de Casa de la Cultura, relató algunos de los hechos paranormales que vivieron sus compañeros y hasta ella misma.
Señaló que el salón auditórium es uno de los lugares donde se concentra la mayor actividad paranormal. Contó que en una ocasión vieron pasar una sombra a través de la pantalla; a un compañero lo llamaron por el nombre cuando estaba saliendo del lugar y a otro empleado que actualmente está jubilado, cuando estaba ingresando al salón “algo lo tiró para atrás y lo hizo caer”.
Otro de los lugares donde “asustan” es la biblioteca donde todos los días prácticamente se escucha el movimiento de las sillas, principalmente a las 7:00 a. m. cuando los empleados están llegando a trabajar. También se pueden oír voces como si estuvieran dos personas conversando.
Indicó que un domingo a las 7:00 a. m. cuando llegaron a marcar, se encontraron con el sereno que los estaba esperando para contarles lo que había visto durante la madrugada. El hombre les contó que mientras hacía guardia afuera escuchó sonar el reloj que marca la hora de ingreso de los empleados, miró hacia adentro y vio a un señor que vestía ropa de grafa entrando hacia el sector de biblioteca. Eran las tres de la madrugada. Lo que vivió lo asustó a tal punto que pidió cambio de área.
Estos episodios no solo ocurren en los mencionados lugares, sino que se replican en todos los espacios de Casa de la Cultura.
Bran manifestó que un día se encontraba haciendo guardia junto a una compañera para el Día de la Madre y lograron escuchar claramente “un lamento en el pasillo”. Esto ocurrió más de una vez.
El salón de Punto Digital es otra de las zonas donde se escuchan voces.
“Los serenos nos cuentan que en las escaleras que van hacia la planta alta escucharon que bajan, pero cuando están por llegar al final, vuelven a subir”, afirmó.
La coordinadora remarcó que todos estos hechos no los vivió una sola persona sino casi todos los empleados. “Casi todos los que estamos aquí escuchamos o vimos algo, pero ya estamos acostumbrados a estas manifestaciones. No es imaginación nuestra. Estamos conscientes de lo que escuchamos”, aclaró.